sábado, febrero 19, 2005

¿Cómo es el estómago de un ruso?

Acaba de llamarme alguien al móvil hace un rato. No había cobertura y he llamado yo. Se ha puesto una chica que decía que quería hablar con su padre. Y lo curioso es que era el mismo número que el mío. "Pues algo tiene que pasar" ha dicho. Pues sí: que tenía el número mal apuntado. Anda que... fui madre de un tamagotchi y ahora soy padre de una chica. Qué cosas.

Anoche estuve en la inaguración de un bar de copas de un compañero de trabajo de R. Me tomé 3 vodkas y 1/2 por la patilla (de vardere, vamos) y hoy tengo el estómago algo perjudicado. Quien me manda a mí beber, si ya no tengo edad, podio...

La cosa es que el sitio en cuestión no está mal. Fuimos R., dos de sus compis de curro (majísmos, por cierto) y yo. Y puse en funcionamiento el método de la Observación, a lo Félix Rodríguez de la Fuente. Es divertido ver como los machos buscan una hembra útil entre todas.

Entre los especímenes machos había tres jugadores del Depor: Tristán, nosequién y nosequién (el fútbol no es mi fuerte). Estaban en una esquina, para no juntarse con la chusma, supongo. Preguntaban al amigo de R. si ésa tenía novio, si esa tal pascual... muy discretos, sí señor. Al final el tal Tristán acabó con una hembra en edad de procrear que creyó conveniente y ale. Tenemos Nurias Bermúudez entre nosotros, pero sólo son reconocibles en ciertos ámbitos.

Bueno, el vodka, aparte de hacerme el estómago picadillo (lo que no ha impedido comerme 8 pastelitos de chocolate) ha hecho que tenga sueños raros, más rarosde lo normal, si cabe. Por ejemplo, yo iba a un servicio (siempre sueño con servicios) y detrás iba mi familia al completo poniéndome verde y llamándome de todo menos guapa. Me he despertado a las 7 y pico de la mañana de mala leche y con la boca seca.


En fin. Es lo que hay.

No hay comentarios:

No time no space

El redoble del corazón le produce la necesidad imperiosa de comprobar un par de sus (in)constantes vitales. Coge el aparatito de plástico ne...